¡M
e encantan los viajes: vivir y visitar cosas nuevas, para mí es estupendo! Me interesan más los países con mucha historia como por ejemplo los países de Europa: Francia, Italia, Grecia... Pero nunca había pensado en ir a España. ¿Porqué? La explicación es muy fácil. No conocía ni el idioma, que es el castellano, ni la cultura, excepto las corridas de toros y el flamenco (por eso no me interesaba).
Pero la vida es así. Ahora vivo aquí descubriendo día tras día las facetas de España. La vida aquí es muy diferente de mi pequeña isla. Mi sorpresa fue grande cuando llegué. ¡Este país es sorprendente! Tiene grandes riquezas, culturas que me fascinan... pero a veces las cosas que me sorprenden no son esas. También tiene cosas que para mí son extrañas.
Mi punto de vista de España aún es un poco superficial. No la conozco suficient
e para establecer una visión más general y objetiva. Pero entender que la vida para mí es muy diferente y que desde que estoy aquí, vivo cambios radicales. ¡Por eso pienso que puedo decir mi opinión!
Hace meses vivía aún en mi isla, “
La Isla de la Réunion”, una pequeña isla en el Océano Índico. Allí, las cosas no son inmensas, su historia es reciente y la vida es muy tranquila. ¡Además, tienen solo dos estaciones: el verano caluroso y el verano fresco! ¡Qué maravilla!
Al contrario de Réunion, España es muy grande, es inmensa ¡No se puede comparar! Aquí, las estaciones se suceden y las transformaciones se ven. Por otro lado, cada zona se d
iferencia por su proprio clima. Menos mal que vivo en la Costa Dorada donde el clima es ideal y caluroso.
Lo que más me gusta de España son los edificios medievales: los castillos, los pueblecitos con las calles pavimentadas... Es un país muy cultural: Barcelona por ejemplo. Cada vez que voy a esta ciudad me siento como una niña descubriendo un nuevo juego. Las calles cuadradas, la Sagrada Familia, la Plaza España, el barrio gótico... son maravillosos para mí.
Por otra parte, la gente que vive aquí es, en general, muy simpática. La mayoría me parece abierta. Les gusta hablar y te hacen sentir bien. ¡Me encanta eso! Y, sobre todo, a los españoles gusta la fiesta y saben hacerla. Eso me parece muy bien porque mucha gente hoy ha olvidado lo que es disfrutar de verdad ¡España vive! Eso s
e entiende: los españoles son todos trabajadores. Trabajan mucho tiempo, duro y por poco dinero en comparación a Francia. ¡Tienen mérito!
Sin embargo, este país nos revela, cada vez más, sus diferencias y puntos débiles. Lo primero que me llama la atención, son los horarios de comer. Son siempre en retraso con relación a otros países. No digo que sea malo pero cuesta mucho para mi como extranjera. Tuve muchas dificultades para adaptarme al principio.
Además, me parece que casi todos comen mucho. La mesa, cada comida, esta siempre llena de variadas comidas. La mesa de cada día aquí parece la mesa en un día especial en mi casa: no lo entiendo, siempre están buscando pretexto para tomar algo. Menos mal que la comida está rica.
Por otro lado, los españoles me parecen demasiado familiares, y fal
tos de discreción. Para mí, sus amplitudes de miras no les permiten en ningún caso tutear a casi todo el mundo, y creer que somos amigos de todo el mundo. Lo que pasa es que en Francia, la vida en sociedad es diferente. La gente, por cortesía se pone barreras. Eso es normal. Hacemos la diferencia entre la vida social y la vida privada. No hablamos de la misma manera con alguien que conocemos la primera vez y alguien que conocemos desde hace tiempo. La familiaridad se utiliza solo con gente que se conocen y son íntimos. Ahora estoy un poco acostumbrada, pero al principio estaba chocada y vejada. Por falta de discreción, quiero decir que la mayoría habla de sus cosas a “todo el mundo”: es decir que cuando están hablando, lo hacen muy fuerte. Son un poco “folloneros”. Entender que igual que Francia, mi isla tiene una manera de vivir muy diferente de aquí. Somos reservados y cuando veo eso, me quedo un poco pasmada.
En lo que concierne a l
as cosas del país, no entiendo esta voluntad de diferenciarse por comunidades. Eso está bien por una gestión administrativa, pero entre la gente no puede ser. La mayoría no dice que soy español sino que soy catalán, valenciano, gallego... Es cierto que las comunidades existen pero no es obligatorio que la gente se vea como enemigo. Eso es peligroso para el país. Además, para los extranjeros, España es un conjunto de comunidades y no solo una. La mayor parte del tiempo, no damos ninguna importancia a esta guerra de posición, sino que España es España. Para mí, deberían pasar más tiempo mejorando la situación social del país, como por ejemplo mejorar las leyes sociales sobre el trabajo, la vivienda...Veo su situación peor que Francia. Me parece un poco precaria. No tengo envidia de los que son de esta tierra.
Por otro lado, lo que me subleva es que nadie reivindica cambios y mejorías. Son todos inertes. Parecen contentos de su vida y vivir en un sueño, mientras que la realidad es totalmente diferente. Sé que Fran
cia no está perfecta pero por lo menos intenta de hacer algo.
Por todo ello, pienso que España es un país de dos vertientes como todos los países. A algunos les gusta y a otros no. Es verdad que yo prefiero tener las mejores condiciones de vida francesas, y vivir en España con sus muchas cualidades. ¿No se puede cambiar? Sabéis, si estoy aquí
es que un español ha podido convencerme para venir a este país. Aún, no estoy desilusionada. La verdad es que aunque España tiene sus problemas y retrasos en relación con Francia, me gusta vivir aquí. Y hasta ahora no pienso irme de España.